diumenge 2 d'octubre. Paraules enverinades

Ahir es va publicar un article de la Pila Rahola, desmesurat i ple de verí.
Pensar que hi va haver-hi un temps que jo l’admirava.
Ha estat a rel de la iniciativa sobre el conflicte Israel-Palestina. La Rahola es vol fer la experta del tema i més aviat sembla a portaveu de l’Ariel Sharon.
De fet aprofita qualsevol ocasió per escopir sobre Carod , Puigcercós i ERC. Ara m’ha afegit a la llista.
He escrit un article, però com que ja sé que no el publicaran, l’afegeixo aquí, en castellà, ja què era per un diari del país veí.


¿Por qué precisamente yo?

Hace unos días, en las páginas de éste periódico, una periodista, ex -diputada, especialista en muchos temas y asidua de todas clases de tertulias, escribió acerca de una iniciativa parlamentaria de una diputada de Erc de cuyo nombre no quería acordarse, pues dicha diputada, soy yo. Rosa Maria Bonàs i Pahisa.


En 1976, como otros muchos jóvenes, decidí pasar unos meses en un kibbutz, aquellos meses se convirtieron en doce años. Años durante los que formé una familia, y me inserté en la apasionante sociedad israelí. La fortuna hizo que fuera a parar al kibbutz Kerem Shalom, allí tuve ocasión de convivir con un grupo de hombres y mujeres comprometidos con la política, de allí salieron los principales movimientos para la paz, algunos se integraron en partidos políticos, “La lista avanzada para la paz”, proyectos como el pueblo mixto de judíos y palestinos, o movimientos como “Mujeres de Negro”, “Existe frontera”, ..etc. vivir en Israel solo era posible si ello implicaba el compromiso de luchar por la paz entre israelíes y palestinos. Fueron años de lucha constante a todos los niveles, de hombres y mujeres de buena fe, palestinos e israelíes que lucharon y siguen luchando contra corriente por una paz verdadera, es decir justa, que implica sacrificios y renuncias por ambas partes.
Al día siguiente de la victoria de la guerra de los 6 días, ya hubo voces en Israel que clamaron por devolver los territorios a cambio de paz, o a cambio de nada como el Profesor Lebovitch.
Mientras una minoría veía que la permanencia de la ocupación hipotecaba la paz y la viabilidad misma del estado de Israel, como estado democrático, la mayoría se dejó llevar por el sueño del Gran Israel.
A medida que se iban multiplicando los asentamientos en Gaza y Cisjordania, el Ejército par la Defensa de Israel se convirtió en un ejercito de ocupación con todo lo que ello implica.
La explosión de la intifada, que sorprendió a algunos, estaba anunciada. A medida que pasaban los años crecía en Israel una nueva generación que no conocía otra situación que la ocupación, la ocupación pasó a ser “normal”.
En 1989, nuestro hijo tenía ya 10 años, fuimos conscientes de que aquel niño tenía ante sí dos opciones: ser soldado de un ejército de ocupación o pasar su juventud en la cárcel, como tantos amigos que se negaron a servir en los territorios ocupados. Decidimos abandonar.
Fueron los momentos más difíciles de nuestra vida. Me sentía plenamente integrada en la sociedad israelí, nuestros hijos asistían a una escuela magnífica, la carrera artística de mi esposo se interrumpiría para siempre, a pesar de todo decidimos exiliarnos y otra vez con 40 años empezar de cero.
Fue muy difícil despedirse de los amigos, nos uníamos al gran grupo de desertores que tiraban la toalla y abandonaban la lucha. Es entonces cuando aseguras que vas a seguir ayudando desde el exilio, que no los vas a olvidar.
Y no los he olvidado, el dolor de la situación de Israel sigue muy vivo y me siento en deuda con el país que me acogió y donde pasé los años más fructíferos de mi vida.
En la situación actual en la que por fin existen las posibilidades de empezar el camino hacia un acuerdo, existe dentro de la población palestina la ilusión de que ahora sí. Ya se están preparando para gestionar su propio estado, un estado libre, sin ejército ocupante.
El desenclave de Gaza, podría ser el principio de la tan esperada solución.
Precisamente en este momento el anuncio del gobierno de Israel de seguir ampliando asentamiento en Cisjordania, lanza el duro mensaje a los jóvenes palestinos de que Israel nunca va a irse, de que nunca tendrán un Estado viable, de que siempre serán ciudadanos de segunda, de que su futuro siempre estará en manos de los israelíes.
Me llegan voces de auxilio desde Israel, voces que nos piden que presionemos sobre el gobierno d Israel, que la salida de Gaza no sirva de pretexto para dejar a Sharon que siga ampliando asentamientos.
El motivo de mi iniciativa era trasladar un mensaje por medio de la Unión Europea al gobierno de Sharon, el mensaje de que debe congelar inmediatamente todo nuevo asentamiento o su ampliación en los territorios ocupados. Para ello pedía recurrir a la congelación de tratados de cooperación tecnológico-armamentísticos condicionando su reactivación a la congelación de nuevos asentamientos, también se pedía a Israel reconocer responsabilidad en la catastrófica situación sanitaria de la Franja de Gaza.
En el texto final transaccionado con todos los grupos de la cámara, se acordó pedir a Israel respetar la legalidad internacional..
El jueves día 29, visitaron el Congreso un grupo de mujeres comprometidas en la lucha por los Derechos Humanos, entre ellas Yolanda Roman de Amnistia Internacional, Ivone Kleinfeld de Macgsom Watch (Israel), Amal Hawash de Palestinian Working Women Society. Pidieron que no las abandonemos, que usemos nuestra mejor arma, la presión internacional.
Quien quiera puede entender porque alguien que realmente quiere a Israel desea que por fin en Israel y Palestina se pueda vivir en paz, que no más familias viendo crecer a sus hijos se planteen el exilio. Para ello es imprescindible terminar con la ocupación, regresar a las fronteras del 67 y volver a la legalidad internacional.
El conflicto de Oriente Medio es muy complejo, para emitir opinión no basta con leer algunos libros y viajar de vez en cuando a Tierra Santa. Solo desde la ignorancia o por motivos personales ajenos al conflicto, alguien pueda definirme como furibunda anti-israelí.
Ante ciertas expresiones publicadas desde éste periódico solo siento tristeza.
He asumido un compromiso y ni los insultos del periodismo amarillo ni las amenazas de ciertos sectores que solo conocen el conflicto desde la distancia van a hacerme desistir.
Una de las personas que éstos días me ha felicitado por la iniciativa, me contaba que la UNWRA tiene psicólogos que están trabajando con niños palestinos para que puedan cerrar los ojos.
Mi deseo es que todos los niños a ambos lados de la frontera puedan dormir con los ojos cerrados en un futuro no muy lejano.
Shana tovà le col Am Israel.
Feliz año a todo el Pueblo de Israel
Rosa Maria Bonàs i Pahisa profunda
Diputada por Barcelona en el Congreso de los Diputados.